Las varices durante el embarazo: por qué se producen y cómo tratarlas
Como ya hemos explicado en artículos anteriores, las varices son dilataciones de las venas superficiales, como la vena safena y sus ramificaciones. Cuando la gravedad y la dilatación de las venas aumenta su diámetro, la sangre que normalmente fluye de abajo hacia arriba puede estancarse o incluso retroceder en estas venas, ya que las válvulas no funcionan correctamente. Las venas varicosas son la forma más común de insuficiencia venosa crónica.
Las varices pueden ser especialmente frecuentes en mujeres durante el embarazo.
¿Por qué aparecen las venas varicosas en las piernas durante el embarazo?
Las varices son una de las patologías que pueden ocurrir durante el embarazo, y se producen por diversas razones:
- En primer lugar, durante este período, la cantidad de hormonas sexuales secretadas por el cuerpo es mucho mayor. El estrógeno promueve la aparición de edema y la progesterona tiende a dilatar significativamente las venas. Esto favorece la aparición de varices.
- El exceso de peso en las mujeres embarazadas también es un factor que puede causar edema, pesadez y, por lo tanto, la aparición de varices. La compresión de las venas de la pelvis pequeña por el útero en crecimiento también explica la aparición de este tipo de patología.
- Además, las mujeres que desarrollan venas varicosas primarias durante el embarazo tienen antecedentes hereditarios en la gran mayoría de los casos.
- También es interesante destacar que el factor de riesgo aumenta con el número de embarazos llevados a término. Es del 23% durante el primer embarazo, del 27% durante el segundo y tercer embarazo, y del 31% durante el cuarto embarazo.
¿Cómo prevenir las venas varicosas durante el embarazo?
Los médicos hacen varias recomendaciones al comienzo del embarazo para prevenir las varices:
- Un estilo de vida saludable a menudo puede retrasar la aparición de venas varicosas: beber mucha agua, caminar regularmente y hacer deporte (con el consentimiento de su médico). Caminar, nadar, hacer yoga y andar en bicicleta son buenas formas de activar la circulación sanguínea.
- También se recomienda prestar mucha atención a la posición de las piernas: elevarlas cuando esté acostada y evitar cruzarlas.
- No dude en realizar algunos tratamientos de drenaje linfático para aligerar y descongestionar las piernas.
- Además, es interesante saber que algunas frutas tienen propiedades para combatir las varices. En general los cítricos son ricos en rutina y quercitrina, dos componentes que son beneficiosos para la circulación de las piernas. Las uvas son muy ricas en flavonoides, una sustancia que mejora el retorno venoso. También se recomienda comerlas con las semillas, que son ricas en sustancias con efectos antioxidantes y drenantes.
- Y por último, evitar el calor tanto como sea posible ya que durante el embarazo las piernas tienden a hincharse debido al calor y al aumento de peso.
¿Cómo tratar las varices durante el embarazo?
Ante la aparición de varices durante el embarazo, su médico puede indicar la aplicación de técnicas no invasivas. La cirugía está contraindicada durante el embarazo.
- El tratamiento de las varices durante el embarazo se basa en tres ejes principales: control de peso, actividad física y compresión elástica mediante el uso de medias de compresión. Estas últimas ejercen presión sobre las venas, lo que aumenta el flujo sanguíneo en las piernas.
- La osteopatía también puede ayudar, ya que mejora el drenaje de las extremidades inferiores y limita la insuficiencia venosa.
- Finalmente, también se recomienda aplicar agua fría en las piernas para reducir la hinchazón y estimular la circulación sanguínea.
Después del parto, es necesario esperar entre 3 y 6 meses para realizar otra revisión de las varices, por lo que puede que muchas varices desaparezcan espontáneamente.
Varices durante el embarazo: ¿cuándo debes preocuparte?
Las varices pueden causar molestias y dolor, por lo que es importante consultar al médico si se nota un área sensible y roja en la superficie de una vena varicosa, acompañada de fiebre, dolor en la pierna o pulso acelerado.
De hecho, la principal complicación de las varices que puede ocurrir durante el embarazo es la trombosis venosa, que corresponde a la formación de un coágulo en una vena varicosa, y la úlcera varicosa. Esta última es el resultado de cambios en la apariencia de la piel en los tobillos. Después de varios años de evolución, las varices causarán una coloración pardusca en el tobillo que aumenta la fragilidad de los tejidos. Un golpe en esta piel frágil puede provocar la aparición de una herida que tardará varios meses en curarse, por lo que es esencial consultar a un flebólogo o cirujano vascular en este caso.
La buena noticia
En primer lugar, la aparición de varices durante el embarazo no es sistemática. Una mujer embarazada que no tiene antecedentes familiares, que no tiene sobrepeso y que practica actividad física regular no tiene un riesgo muy significativo de desarrollar varices.
Además, para algunas mujeres, las varices pueden mejorar o desaparecer después del parto, especialmente si no las tenían antes de quedarse embarazadas.
Si está embarazada y tiene riesgo de padecer de varices, le recomendamos que consulte con su médico la mejor forma de mantenerlas alejadas o de tratarlas llegado el caso de que aparezcan.
Las nuevas técnicas como la echotherapy con HIFU son totalmente no invasivas, y pueden ayudarle a tratar su patología y llevar un embarazo pleno y sin complicaciones.
Belen