La trombosis venosa es una afección en la que se forma un coágulo de sangre (trombo) en una vena, lo que puede dificultar la circulación sanguínea y dar lugar a complicaciones graves. Existen dos tipos principales de trombosis venosa: la trombosis venosa superficial (TVS) y la trombosis venosa profunda (TVP).
Aunque ambas condiciones están relacionadas con la formación de coágulos, presentan diferencias importantes en cuanto a su localización, síntomas y nivel de gravedad. Saber distinguirlas es fundamental para determinar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones serias.
¿Qué es la trombosis venosa superficial (TVS)?
La trombosis venosa superficial ocurre cuando se forma un coágulo en las venas superficiales, que son las que están cerca de la superficie de la piel. Aunque es menos peligrosa que la trombosis venosa profunda, puede ser dolorosa y causar molestias.
Síntomas comunes de la trombosis venosa superficial:
- Enrojecimiento y calor: La piel sobre la vena afectada se enrojecerá y puede sentirse cálida al tacto.
- Hinchazón leve: La zona alrededor de la vena afectada puede presentar algo de hinchazón.
- Dolor localizado: Se siente un dolor o malestar en el área de la vena afectada, especialmente al tacto.
- Venas visibles y dilatadas: Las venas superficiales pueden volverse más prominentes y visibles, y se pueden ver con una apariencia más abultada.
Aunque la trombosis venosa superficial generalmente no representa un peligro grave para la salud, si el coágulo se desprende, puede viajar hacia las venas más profundas, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda.
¿Qué es la trombosis venosa profunda (TVP)?
La trombosis venosa profunda se produce cuando un coágulo se forma en las venas profundas, generalmente en las piernas. Este tipo de trombosis es mucho más grave y puede tener consecuencias potencialmente mortales si no se trata adecuadamente.
Síntomas comunes de la trombosis venosa profunda:
- Dolor e hinchazón en la pierna: El dolor y la hinchazón suelen ser más intensos que en la trombosis superficial, y el dolor puede aumentar al caminar o al estar de pie.
- Cambio en el color de la piel: La piel sobre la vena afectada puede volverse más pálida o, en algunos casos, adquirir un tono azulado.
- Sensación de pesadez: Las piernas pueden sentirse pesadas y doloridas, especialmente al estar mucho tiempo de pie.
- Falta de visibilidad de las venas: A diferencia de la trombosis superficial, las venas profundas no son visibles a simple vista.
La trombosis venosa profunda es más peligrosa porque el coágulo puede desprenderse y viajar a los pulmones, lo que podría causar una embolia pulmonar, una complicación grave y potencialmente mortal.
¿Cómo se diagnostican ambas condiciones?
El diagnóstico definitivo de una trombosis venosa superficial o profunda generalmente se realiza mediante:
- Exploración clínica: El médico revisará los síntomas y realizará una evaluación física.
- Ecografía Doppler: Esta prueba de imágenes es la herramienta más común para identificar la presencia de un coágulo en las venas profundas.
- Análisis de sangre: En algunos casos, el análisis de los niveles de dímero D (una proteína presente en la sangre cuando hay coágulos) puede ser útil en el diagnóstico.
Tratamiento de la trombosis venosa superficial y profunda
- Trombosis venosa superficial (TVS): En general, el tratamiento puede incluir la aplicación de compresas frías, antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para aliviar el dolor y la inflamación, y la elevación de la pierna afectada. En algunos casos, se pueden utilizar medias de compresión para mejorar el flujo sanguíneo.
- Trombosis venosa profunda (TVP): El tratamiento suele ser más intensivo e incluye medicamentos anticoagulantes para prevenir la formación de nuevos coágulos. En casos graves, puede ser necesario realizar procedimientos quirúrgicos para eliminar el coágulo.
¿Por qué es importante un diagnóstico temprano?
El diagnóstico y tratamiento tempranos de cualquier tipo de trombosis venosa son cruciales para evitar complicaciones graves, como la embolia pulmonar. La trombosis venosa superficial, aunque menos peligrosa, puede evolucionar hacia una trombosis venosa profunda si no se trata adecuadamente. Además, una trombosis venosa profunda mal gestionada puede tener consecuencias fatales si el coágulo se desplaza hacia los pulmones.
Aunque tanto la trombosis venosa superficial como la trombosis venosa profunda son condiciones relacionadas con la formación de coágulos, su gravedad y tratamiento varían significativamente. Si experimentas síntomas como dolor, hinchazón o cambios en el color de la piel en las piernas, es crucial que consultes con un especialista lo antes posible.
En IVEI Clínica Vascular Marbella contamos con un equipo de expertos en salud vascular que pueden ofrecerte un diagnóstico preciso y opciones de tratamiento adaptadas a tu situación.